Igreja do Loreto
Igreja dos italianos em Lisboa,
dedicada a Nossa Senhora do Loreto na Itália,
onde se encontra a Casa da Sagrada Família de Nazaré.
Bula
da fundação da Igreja do Loreto
08 de Abril de 1518
Santuário do Loreto
O Pontifício Santuário da Santa Casa de Loreto
está localizado na região de Marche,
a uma curta distância do mar de Porto Recanati.
A Santa Casa é mantida dentro da Basílica construída entre 1469 e 1587 e é o coração do Santuário.
Jovens Neocatecumenal no Santuário da Santa Casa de Loreto
Em 29 de julho, o Santuário da Santa Casa de Loreto recebeu um grupo de jovens da Via Neocatecumenal de Portugal
Procissão com Nossa Senhora de Loreto na Vigília da Vinda - 12/09/19
Nuestra Señora de Loreto "Virgen Negra"
En el interior de la Santa Casa do Loreto se veneraba un icono de la Virgen pintado sobre madera, que por su color oscuro dio origen a la tradición del culto a una Virgen negra.
De la historia más antigua del Santuario se sabe que, junto con los muros de la Santa Casa, transportada de Nazaret a Loreto, inicialmente se veneraba no una estatua de la Virgen,
sino un icono pintado sobre madera:
"una pintura tan dulce y hermosa; el rostro es hermoso y un poco oscuro y rojizo ".
En el color oscuro u oscuro de muchas imágenes antiguas de la Virgen (las famosas Nuestras Damas Negras), algunos estudiosos encuentran un signo simbólico del mundo sobrenatural
y de un regreso a los orígenes de la vida:
"y María nos generó en Cristo para la vida verdadera".
Sin embargo, sucede que, en el pasado, muchas imágenes sagradas se oscurecieron e incluso se volvieron irreconocibles, debido al humo de velas y lámparas. Tanto es así que a menudo había que volver a pintarlos, ¡así que hay iconos con 4 o 5 capas de pintura!
Probablemente lo mismo sucedió con el hermoso icono de Santa Casa.
¿Por qué la tradición llama a Nossa Senhora do Loreto "Virgen Negra"?
En los primeros treinta años del siglo XVI, la imagen original fue reemplazada por una estatua de madera de abeto, delicadamente policromada. Sin embargo, el humo de las numerosas lámparas de aceite que, a lo largo de los siglos, ardió en el pequeño recinto de la Santa Casa, oscureció indeleblemente las piedras exteriores y dio a la estatua de madera un color muy oscuro.
La estatua, destruida en el incendio de 1921, fue, en 1922 y por L. Celani, reemplazada por otra,
según el boceto de Quattrini, esta vez con madera de cedro del Líbano y, lamentablemente, con un tinte uniforme y marcadamente oscuro, más de lo que era habitual ver en Nossa Senhora do Loreto.
( Modelo 3D de la Basílica y Santuario de Santa Casa do Loreto, incluyendo Palacio Apostólico y séquito. "Arch. João Bianchi")
Patrona de los viajeros en el transporte aéreo
La tradición lauretana, relativa al transporte de la casa de María, de la mano de los ángeles, desde Nazaret, a la antigua Iliria (1291) y de ésta al antiguo territorio de Recanati (1294), parecía sugestiva para la elección de Nossa Senhora do Loreto como patrona de los viajeros por aire. En efecto, ya en los siglos XVII y XVIII, poetas y pintores habían representado ese transporte prodigioso con una nota fantasiosa, imaginando el vuelo de la casa nazarena como si fuera un moderno objeto volador.
En 1912, la Sociedad de Aviadores y Aeronautas del Aire, con sede en Turín, se rindió a la protección de Nossa Senhora do Loreto. Unos años más tarde, hacia 1915, esa Sociedad, bajo la presidencia de Carlo Montù, tenía su propia bandera decorada con la imagen de la Virgen Lauretana. También se sabe que en 1915 se reprodujeron los muros de la Santa Casa en las cabinas de la XXV Esquadrilha, signo de una devoción explícita a Nuestra Señora de la casa voladora.
En junio de 1917 y tras numerosas solicitudes, el Aero Club de Itália promovió una intensa acción para obtener el acuerdo de todas las empresas aeronáuticas del país para elegir a Nossa Senhora do Loreto, como única mecenas de la aviación, sin, sin embargo, han tenido éxito.
Durante el período fascista, cuando el sentido nacionalista era fuerte,
no solo en Italia sino en otros países europeos,
se decía que tal propuesta había sido desaprobada, porque
“o Nuestra Señora de Loreto solo significaría la ciudadanía italiana o de lo contrario Nuestra Señora no sería deseada ”.
EL DECENTE DE BENEDICTO XV
Después de la Primera Guerra Mundial, en 1919, el teniente coronel Ercole Morelli, secretario administrativo del Aero Club de Italia, hizo otro intento en la misma dirección, dirigiéndose directamente a algunos cardenales y obispos, a fin de solicitar la autoridad eclesiástica competente. la proclamación de Nossa Senhora do Loreto como patrona de los aeronautas.
El cardenal de Turín Agostino Richelmy, el cardenal Amedeo Ranuzzi de 'Bianchi, que fue obispo de Recanati-Loreto de 1903 a 1911, y monseñor Alfonso Maria Andreoli, obispo en ese momento de la misma diócesis, participaron en la solicitud.
Los tres prelados aceptaron la solicitud y se dirigieron a la Congregación para los Ritos. La solicitud oficial fue transmitida por Mons. Andreoli, en su calidad de ordinario de la diócesis recanatense-lauretan. El Prefecto de la Congregación Cardenal Antonio Vico, natural de Agugliano, en la diócesis de Ancona, presentó la solicitud a Benedicto XV, quien la acogió con entusiasmo, es decir, “de muy buena gana”, según se lee en el respectivo Decreto, emitido el 24 Marzo de 1920,
víspera de la Anunciación del Señor, solemnizada en Loreto, en ese momento, con la celebración ininterrumpida de misas en la Santa Casa, desde la medianoche del día 24 hasta el mediodía del día 25.
La Santa Casa de Loreto
La Santa Casa de Loreto fue testigo del gran misterio de la Encarnación,
cuando l’Arcángel Gabriel, brillando con luz, fue enviado del cielo a la tierra, a Nazaret,
para traer la más grande y consoladora noticia a la raza humana.
En esa casa, de sus padres, vivía una humilde y modesta doncella;
“ Y el nombre de la Virgen era María”.
Fue allí donde Jesucristo habitó, sujeto a sus padres, José y María,
durante los primeros treinta años de su vida.
Según la tradición, la casa fue milagrosamente llevada por ángeles
a finales del siglo XIII, a Loreto en Italia.
